En la legislación más reciente ya se refleja la necesidad de proteger los paisajes artificiales generados por la mano del hombre y el compromiso de gestionar estos cambios, así como el reconocimiento de la importancia de los paisajes no sobresalientes. Esta labor es una constante en las actividades, investigaciones y acciones de Fundación Caja Rural de Jaén y su dilatada carrera, gracias a los cuales se realiza esta exposición, así como la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico que nos permite esta exposición en este Museo Íbero.
Las obras de la exposición son a la vez testimonio y “ruinas” del tejido histórico. Piezas destinadas a hacer ver en presente un entrelazamiento de diferentes estéticas y políticas sobre lo indecible y lo intolerable. La tensión opera asociando la imagen con un referente tomado o creado, la tierra rememorada, el paisaje imposible y el nuevo, convirtiendo al artista en arquitecto y constructor, en diseñador y sus materiales son la fotografía, la pintura, el dibujo, el grabado y el hierro escultórico.
La reflexión a través de las imágenes elegidas permite pensar en las ideas: en la memoria del acontecimiento y la revelación. Juego de presencia y ausencia, huella de realidades ocultas, en tanto activación de la memoria, de actualizar marcas del pasado, en forma cognitiva y emocional.
Alicia Ventura
Comisaria